Volviendo de Madrid me puse a pensar cual había sido el mejor momento del día y este fué el que primero se me vino a la mente. Estaba paseando por la castellana cuando de repente una mujer, que parecía trabajar en el servicio de limpieza del ayuntamiento, se giró para recoger una hoja que había justo en mi camino, me paré para que pudiera hacer su trabajo y entonces me miró y sonrió.
Al pensar en este momento me acordé de Salvador y tiene razón, deberíamos sonreir más.
Cheli
Gracias, Cheli, por compartir conmigo la idea de que, a veces, cuesta muy poco mejorar este mundo en el vivimos todos.
Cheli te deseo una feliz navidad junto a tu familia, que Dios te bendiga en cada area de tu vida, y siempre llene tu corazon de mucha alegria y felicidad, y que este nuevo año que ya pronto se inicia puedas cumplir cada una de tus metas y desafios.
con mucho cariño
Mabel
Santiago-Chile