¿Qué harías si atacaran España?

Esa es la pregunta que me hizo una amiga rusa, a lo que yo contesté – «Nada, no haría nada». Yo no tengo formación  militar, además se supone que España tiene un ejército profesional que será mejor o peor pero se les forma y prepara a través de nuestros impuestos para defendernos, a mi no. A parte formamos parte de la Unión Europea y de la OTAN y que yo sepa desde que yo estoy en este mundo España no ha necesitado defenderse seriamente de nadie.

Yo puedo entender que esta persona termine siendo belicista, que los rusos en general lo sean ya que el patriotismo en países como Rusia, Estados Unidos, algunos de América Latina y salvando las distancias otros como Corea del Norte, se forja a través de la propaganda oficialista y uno de sus pilares es el miedo. Pero no nos engañemos, ni Rusia ni Estados Unidos necesita defenderse de nadie a día de hoy, quizá exceptuando del terrorismo del que ya hablaremos otro día, sino que es el resto del mundo el que debería preocuparse de defenderse de ellos. Como le comentaba a mi amiga no se en cuantas guerras ha estado involucrada Rusia en los últimos 30 años, si se que han sido muchas, pero hasta donde yo se ninguna de ellas ha sido para defenderse de nadie sino todo lo contrario, han sido para invadir o apropiarse ilegítimamente de territorios ajenos por pura estrategia geopolítica. Rusia ha matado a muchísima gente directa o indirectamente sólo por dinero y poder pero parece que lo que le preocupa a los ciudadanos rusos no es la muerte y el dolor que generan en el mundo sino que es defenderse de… ¿nadie?, lo que demuestra que la propaganda oficialista funciona y lo hace muy bien. Tal obsesión y mentalidad belicista llega al nivel de que esta amiga pensaba que las luces de la piscifactoría de Altea era una base militar y es más, cuando se lo contaba a sus amigos rusos que venían de vacaciones todos se lo creían y lo tomaban como algo natural, ¡increíble!.

 

La respuesta de mi amiga cuando yo dije que no haría nada fue acusarme de egoísta, es más llegó a decir que soy egoísta en todos los sentidos de la vida porque claro, ¿cómo se me puede ocurrir decir que no voy a defender a mi país?. No es que no quiera defenderlo, es que para empezar no hay de nada de lo que defenderse.

 

Cheli

Visitando la ciudad de Ibarra en Ecuador

La semana pasada estuve de nuevo en Ecuador, y desde el primer momento me sentí genial. Nada más aterrizar me fui a Ibarra con unos amigos. No había estado en Ibarra nunca y la verdad es que tampoco pude conocer demasiado la ciudad ya que al parecer lo interesante está en sus alrededores.

Cosas que echaba de menos? la comida de Ecuador, las frutas y los jugos (me encanta el jugo de guanábana), la gente, los buenos amigos. Las cosas a las que nunca me acostumbraré? lo poco respetuosos que son con las normas de tráfico, da igual que los peatones tengan preferencia en los pasos de cebra si pueden te atropellan que son 2 puntos, los gorrillas que están por todas partes, la falta de higiene en según que sitios.

Cómo decía lo más interesante del viaje a Ibarra no estaba en Ibarra, sino en algunos lugares cercanos. Decidimos visitar el lago de Yahuarcocha, el nombre significa Lago de Sangre. Lo de Yahuar me sonaba porque hay una comida que se hace con sangre que se llama yahuarlocro, es un locro o sopa con tripas y sangre.

Yahuarcocha es un lago muy bonito, para entrar con el coche necesitas pasar un peaje que creo recordar que costaba un dólar, a partir de ahí puedes circular alrededor del lago y en el camino te vas encontrando cosas.

La idea inicial era subir a los patitos, una especie de barca con pedales y después quizá ir a los karts, pero todo cambió cuando de repente vimos que volaban unos parapentes y que un poco más tarde aterrizaban a la orilla del lago, entonces les preguntamos cuanto costaba subir y que cuando se podía hacer y nos dijeron – ¡de una! ¡vamos!-, y allá que fuimos.

 

Lago YahuarcochaLago Yahuarcocha

Era una de las cosas que quería hacer desde hacía tiempo y por fin pude. Fue impresionante, me encantó y el paraje increíble. Cuando aterrizamos ya era un poco tarde así que fuimos a comer Tilapia en el propio lago, y aunque parece que no es de las más saludables por la contaminación del lago, yo la encontré rica de todas formas.

Tilapia

De ahí nos fuimos a Chachimbiro a bañarnos en las termas. Son unas piscinas de agua caliente a distinta temperatura, incluso hay unas que las llaman «polares» porque el agua está realmente fría. También es verdad que la temperatura ambiente es un poco baja y más a las horas que nosotros llegamos que era ya de noche. La pena es que ya no se podían utilizar los toboganes, sniff, la próxima vez será.

 

Fue un día espectacular, lo pasé realmente bien. A ver si repetimos la próxima vez, ¿qué destinos y parajes increíbles nos deparará Ecuador? ¿Baños?, ¿Galápagos?, ¿Mindo?, aún tengo unos cuantos en mi lista de pendientes.

La experiencia de desarrollar una App Android en mi tiempo libre

Después de volver de Ecuador en donde estuve trabajando intensamente en un proyecto que me absorbía casi todo el tiempo decidí tomarme un descanso. En ese tiempo pensé en empezar a aprender a desarrollar apps en Android así que me puse a hojear la documentación oficial respecto al diseño y posteriormente empecé a hacer los ejemplitos que había en la documentación técnica. Entonces me dije, ¿por qué no intentas poner en práctica todo lo que vayas aprendiendo en una aplicación que tenga una utilidad real?, y así es como nació Peak Hour.

La primera versión era realmente sencilla pero me sirvió por un lado para aprender los conceptos básicos de Android (Activities, ciclo de vida de las mismas, tantear el IDE que por entonces decidí empezar con Eclipse aunque poco después migré a Android Studio, notificaciones, etc) y por otro tantear el mercado de apps y concretamente la de gestión de Pico y Placa y transporte en general. Estuve jugando con el código un par de meses o tres y para principios de 2015 ya tenía algo que más o menos funcionaba, el problema era que desde que había empezado a trabajar en Planeta Huerto no me quedaba mucho tiempo libre por lo que no fue hasta febrero de 2015 que presenté la app a mis compañeros de Ecuador.

La primera sensación fue decepcionante, a pesar que cuando estuve en Ecuador era muy cotidiano preguntarse entre los compañeros a quién le tocaba Pico y Placa, cuando se la envié a la gente de allí casi nadie la instaló, creo que no les parecía muy útil y eso me hizo replantearme si valía la pena seguir mejorándola. Después de este chasco la tuve medio abandonada durante unos cuantos meses, 5 o 6, en los que sólo hice un par de arreglos y poco más. En esos meses aproveché para hacer un par de cursos MOOC que me ayudaron mucho a entender como está diseñado Android, aprender muchísimo sobre todo de los patrones de diseño que utiliza el sistema, y detectar los problemas que tenía mi app y ver los errores que había cometido durante mi primer abordaje. Ahí es cuando dije, vamos a hacerlo un poco mejor y así también afianzas las cosas que has aprendido en los cursos. También me planteé que si quiero que la app sea utilizada masivamente tiene que ser más flexible y soportar las reglas de más ciudades a parte de Quito y así es como surgieró la versión 0.2 en las que se añadió el soporte multi-vehículo y la versión 0.3 en la que rediseñé completamente el manejo de reglas para que fuera muy sencillo añadir nuevas ciudades.

Estos dos cambios han resultado ser fundamentales, a partir de ese momento empezamos a crecer horizontalmente o lo que es lo mismo, se empezó a utilizar la aplicación en muchos otros sitios como Colombia, Brasil, Bolivia o Costa Rica, pero sobre todo en Colombia que es actualmente el mercado principal de la app. Es muy gratificante pensar que algo que tu has creado le está siendo útil a casi 300 personas, y eso es lo que te impulsa a seguir adelante. Ya os digo yo que por el dinero no es, de momento la app da para tomarse un poleo al mes y poco más, pero saber que toda esa gente no olvida su Pico y Placa y que seguramente se ha salvado de alguna multa gracias a la app, la verdad es que te alegra el día.

 

¿Y qué pasará con la app en el futuro?, pues de momento tengo planificados un par de cambios que ya tengo medio implementados y dependiendo de como vaya la cosa y si tengo tiempo hay muchas ideas en una libreta que parece que va siendo hora de ir sacándolas.

 

Ya os iré contando.

Peak Hour supera las 200 instalaciones actuales por dispositivo

Hace ya unos días que Peak Hour superó las 200 instalaciones actuales por dispositivo, llegar a las 100 nos costó un poco pero alcanzar las 200 sólo ha supuesto poco más de un mes.

Algunas estadísticas de interés. La versión más utilizada de Android sigue siendo la 4.4 (antes 40.59% y ahora 34.98%) aunque va bajando en detrimento de Android 5.0 (antes 10.89% y ahora 15.27%), además empieza a aparecer Android 6.0.

Versión de Android

Ecuador definitivamente se ha estancado y Colombia se convierte en el principal mercado de la aplicación superando ya el 74% (antes el 45.54%). Bolivia aparece por primera vez en las estadísticas y Brasil no termina de despegar.

Países

 

El próximo reto son las 500, a ver si las alcanzamos pronto.

Peak Hour 0.5

Ya está publicada la nueva versión de Peak Hour, las novedades de esta versión son:

  • Soporte para diferentes tipos de vehículos (taxis, motocicletas).
  • Nueva rotación de la ciudad de Cartagena.

En algunas ciudades existe una normativa diferente de pico y placa dependiendo del tipo de vehículo, por tanto era necesario añadir una nueva opción para indicar el tipo de vehículo. Esta nueva característica por una parte nos permite categorizar el vehículo y por otra el poder gestionar las diferentes reglas diferenciando por tipo.

https://youtu.be/MNC72iN2vsQ

Además se han modificado las reglas de Cartagena para cumplir con la nueva rotación que empieza el próximo lunes.

Cheli