El domingo 22 de abril fuí a Alcoy con mi madre a ver los desfiles de Moros y Cristianos, mi madre hacía años que no los veía y tenía ganas de ir, me lo propuso y como yo no los había visto nunca fuimos. Llegamos por la mañana para ver la entrada Cristiana, yo estaba un poco mareado porque fuimos por Guadalest que es más corto pero con muchísimas curvas, a la vuelta me negué a volver por ahí y lo hicimos por la autovía.
Cuando llegamos el desfile ya había empezado, nos colocamos en la plaza de España para verlo. Lo cierto es que es básicamente igual que los desfiles que hacen en Calpe pero mucho más espectacular.
Algunas cosas que me llamaron la atención. Los hombres se pintaban el pelo con algo blanco para simular canas, incluso los niños que salían desfilando lo hacían. Los «caps d’ esquadra» se turnaban, también lo hacían las escuadras, vi justo delante mía como desmontaban toda la escuadra, se cambiaban la indumentaría y montaban una nueva, en Calpe eso no sucede. Otra cosa curiosa para mi es que las capitanías van al principio, en Calpe siempre han ido al final aunque hace tiempo que no voy a ver el desfile y no se si habrá cambiado. Otra diferencia respecto a Calpe es que en Alcoy por la mañana es la entrada Cristina y por la tarde la Mora, en Calpe las hacen las dos juntas.
Este es uno de los bailes que más me gustó, simulaban un campo de cebada en el que unos campesinos estaban cortándola.
Este alfarero trabajando en directo me gustó.
Cuando terminó el desfile Cristiano nos fuimos a comer y descansar un poco. Por la tarde volvimos para ver el desfile Moro, estuvo muy bien hasta que se puso a llover, mientras disfrutamos del espectáculo.
Este cañón era grandísimo, le tengo cariño a los cañones desde que estuve en Rusia, me traen buenos recuerdos. En el Kremlin hay un cañón enorme que dicen que es el más grande le mundo.
También habían muchos animales, sobre todo caballos, algunos haciendo cosas realmente impresionantes. Pero de repente apareció este buey, lo curioso es que le tiraban de la nariz, ¡ayy! daba un poco de grima.
Estos esclavos montaban mucho escándalo, no paraban de gritar :D.
La anécdota de la tarde la protagonizó mi madre dándole un trozo de chocolate a una chica que estaba controlando las sillas, era ecuatoriano y llevaba todo el día de pié, pobrecita.
Pero lo que más me gustó fué el baile del agua, simplemente precioso.
Yo ya hacía rato que estaba cansado, ya llevabamos muchas horas, y entonces empezó a llover y tuvimos que salir corriendo.
Cheli
