Acabo de ver el programa de Planeta Calleja en el que entrevistan a Ana Botín en un viaje a Groenlandia con la intención de ver los efectos del cambio climático y calentamiento global y me ha llamado la atención varias cosas. La primera era de esperar y es que tiene un carácter fuerte, pero que a mi personalmente no me agrada. Por un lado está constantemente pidiendo respeto, tanto con Jesús Calleja como cuando cuenta historias de su vida como la relación con su padre, pero al mismo tiempo desde mi modo de verlo ella no respeta a sus interlocutores, parece más bien que les está ordenando que hagan lo que ella quiere en todo momento y si no lo hacen entonces sube la apuesta de la conversación.
Me imagino que es un carácter forjado al tener que estar peleando en un mundo de hombres y de poder. Lo vemos a diario en la política, se pelean todo el rato pero sin embargo intentan poner buenas palabras que no esconden el hecho que se están insultando salvajemente.
Una cosa que me ha parecido súper positiva es su determinación, si quiere algo va a luchar hasta conseguirlo cueste lo que cueste, y esto a veces tiene también un coste personal muy jodido. Yo pensaba que la gente a estos niveles no eran conscientes de los problemas del mundo fuera de su área de trabajo y que en cierta manera ni se interesaban en conocerlos. Pero Ana Botín parece que si tiene consciencia del mundo y en esta entrevista al menos da a entender que está dispuesta a hacer lo posible para mejorarlo.
Esperemos que Ana Botín haya tomado nota de todo lo que ha aprendido en este viaje de los problemas del cambio climático y el calentamiento global y que el Banco Santander colabore en revertir los efectos que están teniendo.